Hoy, el Vaticano publicó el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones 2024. En el texto, el Papa reflexiona sobre la parábola evangélica del banquete de bodas, donde el rey dice a sus siervos: "Vayan, pues, a los caminos de la ciudad e inviten a la boda a cuantos encuentren". "¡Vayan e inviten!". La misión como una actividad incansable para invitar al banquete del Señor.
El Papa Francisco nos dice que la misión es una actividad incansable para invitar al banquete del Señor: Su Santidad nos recuerda que la misión implica un acercamiento continuo a todas las personas, no solo saliendo, sino también invitando a cada uno de forma personal a encontrarse con el Señor. Debemos ir hasta los confines de la tierra, con perseverancia y sin olvidar que debemos encarnar un compromiso incansable con la misión de la evangelización. «Todos». La misión universal de los discípulos de Cristo en la Iglesia plenamente sinodal y misionera: En un mundo dividido, el Evangelio sigue siendo una fuerza unificadora, que llama a las personas a encontrarse y regocijarse en armonía en medio de la diversidad.
La misión incluye una preocupación especial por los marginados, haciendo eco de la invitación de la parábola a «todos, buenos y malos». Es crucial recordar que estamos en un período que llama a una renovación de fuerzas y a ser una Iglesia plenamente sinodal y misionera, afirmando que la sinodalidad y la misión están interconectadas. «A la fiesta de bodas». La dimensión escatológica y eucarística de la misión de Cristo y la Iglesia. En la parábola, el banquete representa un símbolo de la salvación definitiva en el Reino de Dios: la invitación al banquete está vinculada a la mesa eucarística, donde los creyentes comparten el Cuerpo y la Sangre de Cristo, anticipando el banquete final. El simbolismo de la Eucaristía, sacramento esencial, unido a la urgencia de la evangelización de todos los pueblos en esta parábola, es un fuerte recordatorio de la importancia de nuestra misión.
Hacia el final de su mensaje, el Papa recomienda a todas las diócesis del mundo el servicio de las Obras Misionales Pontificias como el principal medio para inculcar en los católicos una perspectiva verdaderamente universal y misionera desde la infancia, y como medio para recaudar eficazmente fondos para todas las misiones, cada una según sus necesidades. Como en todos sus mensajes, el Santo Padre concluye invocando la intercesión de María, quien desempeñó un papel fundamental en las bodas de Caná. María es la fuerza que guía la misión evangelizadora de la Iglesia, y los discípulos de Cristo invocan su intercesión maternal en el presente. Únanse a nosotros para renovar nuestra misión diariamente, en previsión de la Jornada Mundial de las Misiones. Lea el mensaje completo aquí.
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