Comunión, creatividad y tenacidad. Consideremos estas palabras esenciales, que son relevantes para la Iglesia en su estado permanente de misión, y especialmente para nuestras Obras Misionales, llamadas a renovarse para ser cada vez más eficaces en el servicio.
Con estas palabras, el Papa Francisco se dirigió el sábado 25 de mayo a 120 Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias (OMP). El encuentro tuvo lugar en el marco de la Asamblea General Anual, que se desarrolla esta semana en Roma. Muchos directores nacionales realizaron un viaje especial a Roma para participar en la Asamblea, celebrada en el centro de espiritualidad “Fraterna Domus” en Sacrofano.
En su discurso de apertura, el presidente de las OMP, el arzobispo Emilio Nappa, subrayó: “El ‘cambio de época’ en curso en el mundo interpela también la naturaleza y la misión específica de las Obras Misionales Pontificias, llamadas a leer con atención lo que está ocurriendo en la sociedad para salir de nuevo al encuentro de las necesidades profundas de los hombres y mujeres de hoy”.
En su intervención a los Directores Nacionales, el Papa Francisco comentó la celebración de la Santísima Trinidad del día anterior. Interpretó tres palabras clave en un contexto misionero, comenzando por “comunión”: “Cuando contemplamos la Trinidad, vemos que Dios es comunión de personas, misterio de amor. El amor con que Dios viene a buscarnos y salvarnos, radicado en su ser Uno y Trino, es también la base del carácter misionero de la Iglesia peregrina en la tierra” (cf. Redemptoris Missio, 1; Ad Gentes, 2).
A continuación, animó a todos a “crecer en esta espiritualidad de comunión misionera, que es el fundamento del camino sinodal que la Iglesia está recorriendo. Lo he subrayado en la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium y lo reitero ahora, especialmente mientras trabajan en la renovación de sus Estatutos. Dado que todos necesitamos un camino de conversión misionera, es esencial ofrecer oportunidades de formación personal y comunitaria para crecer en esta dimensión de espiritualidad misionera ‘comunitaria’”.
La “creatividad” —la segunda palabra ofrecida por el Papa Francisco a los Directores Nacionales de las OMP— nace de estar “enraizados en la obra creadora de Dios, que hace nuevas todas las cosas”. El Papa destacó: “La actividad misionera es creativa en la medida en que la caridad de Cristo es su origen, forma y fin. Así, con una imaginación inagotable, esta caridad inspira nuevas formas de evangelizar y de servir a los demás, especialmente a los más pobres”.
La “tenacidad”, la tercera palabra confiada por el Papa Francisco a la reflexión de la Asamblea de las OMP: “Contemplemos también esta característica del amor del Dios Trino que, para llevar a cabo su plan de salvación, con fidelidad constante ha enviado a sus servidores a lo largo de la historia y, en la plenitud de los tiempos, se entregó en Cristo Jesús. La misión divina ‘es una salida incansable hacia todos los hombres y mujeres, para invitarlos a encontrarse con Dios y entrar en comunión con Él. ¡Incansable! La Iglesia, por su parte, en fidelidad a la misión recibida del Señor, continuará yendo hasta los confines de la tierra, saliendo una y otra vez, sin cansarse ni desanimarse ante las dificultades y los obstáculos’” (Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2024).
La Asamblea General Anual es un evento central durante el año, y esta edición se centra en la renovación de los Estatutos de las OMP. Los trabajos de la Asamblea continuarán hasta el 31 de mayo.
Sobre las Obras Misionales Pontificias
Las Obras Misionales Pontificias (OMP) constituyen el brazo misionero oficial de la Iglesia Católica. Su tarea es promover la conciencia misionera y recaudar fondos para las áreas de misión en todo el mundo. Las cuatro sociedades que las componen son: la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe; la Obra Pontificia de la Infancia Misionera; la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol; y la Unión Misional Pontificia. Cada una ha sido fundamental para la promoción del Evangelio, la atención pastoral y la asistencia humanitaria en todo el mundo.
Las Obras Misionales Pontificias en los Estados Unidos forman parte de una red global de católicos unidos en la oración y la limosna. Buscan brindar apoyo mutuo y fortalecer a la Iglesia tanto en EE.UU. como en los territorios de misión. Cerca de un millón de sacerdotes, religiosas, seminaristas y catequistas dependen de nuestro apoyo para cumplir con su ministerio, que incluye enseñar la fe a 26 millones de niños que asisten a la escuela primaria y administrar 12.000 clínicas que cuidan a los enfermos y moribundos en Asia, África y zonas remotas de América Latina.
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